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Fátima Bosch, recién coronada Miss Universo 2025, aterrizó en el aeropuerto de Newark, Nueva Jersey, para dar inicio a su año de mandato, que se extenderá durante todo un año.
La llegada estuvo marcada por un evento protocolario que incluyó mariachis, danzas típicas mexicanas y la presencia de algunos seguidores, creando un ambiente festivo que rápidamente se viralizó en redes sociales.
El equipo de Miss Universo, en colaboración con la comunidad mexicana en Nueva York, preparó una bienvenida cargada de símbolos culturales: trajes tradicionales, banderas tricolores y música folclórica. Bosch, originaria de Tabasco, saludó y se fotografió con los asistentes, expresando gratitud por las muestras de afecto. “Su agenda estará muy activa, especialmente con compromisos filantrópicos, que son lo que más disfruta”, comentó ante la prensa.
A pesar del despliegue cultural, la cantidad de fans presentes fue limitada, lo que generó críticas y comparaciones con las recepciones de otras reinas de belleza. Sobre las polémicas que rodearon su coronación, Bosch fue clara: “Fátima negó cualquier favoritismo y afirmó que no necesita defensa”.
Más tarde, la Reina de Belleza visitó la catedral de San Patricio, donde se detuvo a rezar frente a la estatua de la Virgen de Guadalupe, considerada por muchos como la "Madre de México".
La mexicana se coronó el pasado 21 de noviembre en una gala celebrada en Tailandia, evento que desató controversia por presuntas irregularidades y acusaciones de favoritismo vinculadas a contratos entre el certamen y Pemex, donde su padre ocupaba un alto cargo. La situación escaló cuando Omar Harfouch, exmiembro del jurado, renunció denunciando que la final estaba arreglada y que Bosch era una “falsa ganadora”.
Pese a las críticas, figuras destacadas como la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, salieron en su defensa, calificando de “ridículas” las acusaciones sobre un supuesto arreglo en el concurso.