Después de haber convertido el verano en una verdadera fiesta económica para Puerto Rico —generando cerca de 500 millones de dólares con su histórica residencia en la isla— Bad Bunny se prepara para conquistar otro escenario legendario: el Super Bowl.
El 8 de febrero de 2026, el artista puertorriqueño se presentará en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California, en el codiciado show de medio tiempo. Y la pregunta que todos se hacen es: ¿cuánto podría valerle esta actuación?
Según datos de Luminate, Billboard estima que “los artistas solistas que encabezaron el show de medio tiempo del Super Bowl experimentaron un aumento promedio del 110% en los ingresos netos generados por streams y descargas de sus canciones en la semana posterior al evento, en comparación con la semana anterior”.
En el caso del boricua, esto podría traducirse en “ingresos netos de casi 1,7 millones de dólares durante la semana del Super Bowl”, tomando en cuenta que su catálogo ha generado un promedio de “788.500 de dólares por semana este año gracias a streams de audio y video on demand y descargas digitales en Estados Unidos”.
Pero no todo ha sido celebración. La noticia de su participación ha desatado controversia, especialmente entre comentaristas de derecha, quienes han criticado que el artista decidiera excluir a Estados Unidos de su próxima gira. ¿La razón? “Su preocupación de que agentes de inmigración puedan perseguir a su público”.
En los últimos días, funcionarios de la administración del presidente Donald Trump advirtieron que “agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) estarán presentes en el Super Bowl”.
Artistas como Kendrick Lamar, Usher, Rihanna y The Weeknd también vieron un “aumento del 60% en las ganancias de sus catálogos durante la segunda semana después del Super Bowl, en comparación con la semana previa al juego”. Si la tendencia se mantiene —y considerando el fenómeno global que es Bad Bunny— el impacto podría ser aún mayor.